The Sexual Impulse
Capítulo 1

MANUAL DEL GATO COMUN
Instructivo para nuevos “propietarios” de gatos comunesTomado de los cuadernos de The Sexual Impulse, Absurd GroupBarcelona 2005

Querida amiga, antes de comenzar este capítulo recuerde que no hay imagen más hermosa para los amantes de los gatos que ver a uno de ellos dar la vuelta en una esquina, y nada es tan fácil ni pasa tan desapercibido como arrancar el automóvil y matar al gato que duerme plácidamente en un neumático calentito.

En este manual evitaremos las técnicas de entrenamiento usadas con otro tipo de animales domésticos, como lo perros y ratas por ejemplo.

Si ha tenido un perro antes, sabrá que con una bolsa de galletas y una lista de palabras entre amables y enérgicas podrá obtener excelentes resultados. Pero con los gatos este tratamiento está destinado al fracaso. A un gato no le interesan sus galletas, le interesan las faldas de sus pantalones, la tibieza de sus sábanas blancas, las pelusas de sus guantes y especialmente el regazo de sus bellas piernas.

A su gato, en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, no le gusta la leche. Pero si es usted misma quien la ofrece no dudará un momento en beberla simulando incluso un gran gusto.

Los gatos son leales, sólo que su memoria es mala, olvidan el camino a su ventana tan pronto como saltan fuera de ella, y a veces en el camino de vuelta a usted se pueden comer alguna trampa envenenada y perder la vida.
/* Nota: Los gatos no tienen siete vidas, es un error creado por la actitud que demuestran al caminar por altas cornisas, realizar peligrosos saltos entre tejados o ir dejando su corazón felino en manos de personas que apenas ha visto. */

Si no es usted alérgica al cariño, le recomendamos hacer un huequito en sus brazos para que su gato duerma en las tardes. Ponga su mano delante de la cara de su gato dormido y deje que le de un rayito de sol a intervalos, esto causará agradables sueños al minino ydespertará ronroneando y rozando su lomo contra usted.

Para concluir este capítulo reflexione sobre los gatos que se suicidan trepando a un árbol para nunca más bajar de allí. Los estudios realizados en diferentes épocas y países han sido infructuosos, de ahí que popularmente se tome a los gatos por idiotas que quieren llamar la atención, o por románticos disidentes de las actuales tendencias del mercado emocional.

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