Uno de los inconvenientes más importantes para los artistas que usan el formato video en Barcelona es que la ciudad difícilmente cuenta con un circuito que permita hacer circular la obra. Los festivales como Offf y Diba son una buena oportunidad para dar a conocer los trabajos, pero su permanencia en el tiempo es muy breve (limitada a la sesión de pase) y llega a un público limitado por la afluencia al festival. Algunos casos aislados se preocupan por este tema, como el festival Videt, que lleva las piezas de ciclo en el festival a las vitrinas de los comercios, que repiten las imágenes durante una semana ante el paso veloz de los transeúntes.

El problema de la exposición se repite para diferentes disciplinas, las performances e instalaciones son algunas de ellas, y surgen lugares como el Niu que rápidamente pasan de boca en boca de los que desean presentar y ensayar sus proyectos y encuentran en este un lugar abierto, aunque bastante lejano y oculto al movimiento del eje cultural de Barcelona, la mejor botiga del mundo. Aún así, como el que produce generalmente no es un genio del merchandising y las relaciones públicas, es muy probable que llegar al circuito de galerías le resulte complicado y fortuito como menos.

Sin embargo con los formatos de video está ocurriendo un fenómeno compensatorio de presencia aumentada, que nace a raíz de almacenes de vídeo como YouTube, Google Videos, Soap Box y similares, que permiten a cada paisano crear su propio canal de televisión. La publicación de un trabajo puede ocurrir ahora sin la necesidad de un mediador y el anonimato está permitido. Un porcentaje incierto de videastas han definido sus reglas de producción en los 320×240 píxeles de resolución y menos de 10 minutos de duración que requiere el formato, un recuerdo a los 3,30 minutos del artista holandés Jaap Pieters (1955) que limita sus creaciones a la duración del carrete de Super8 en 16 frames por segundo. Aunque Pieters sólo proyecta desde el carrete original.

ArtOffer.com es un caso prototipo que adapta el modelo del marchante y expositor a las posibilidades del nuevo medio, y siendo una galería dedicada al comercio en línea tiene uno de sus principales reclamos en la exposición de vídeos, que han curado de una manera muy particular navegando ingentes horas por las categorías y rankings de los almacenes de vídeo. En su sala virtual se generan todas las paradojas del soporte digital y eso es auténtico.

El ballet mecánico de Léger y Murphy, Le Retour à La Raison de Man Ray y Sukkeret og Pepper del noruego Joek Friss marcan la intención curatorial de un proyecto que en dos clics pasa a combinar las animaciones y experimentos del ZKM (uno de los principales centros de investigación en formatos audiovisuales) con vídeos-reportaje que muestran obras de la feria Arco, documentación de performances a su vez basadas en vídeo, los segmentos audiovisuales de una instalación o el vídeo-pase-de-diapositivas de pinturas del artista plástico Julio Revueltas.

La existencia de este tipo de canales permite la tan necesaria presencia de las obras ante los espectadores, que además de ser virtuales pueden comentar los vídeos, hacerlos sus favoritos o crear nuevos canales con ellos (tal como hace ArtOffer), dando la sensación de un espacio de ubicuidad y bienestar utópico, ya que la censura del gran hermano y factores de disociación como el adaptable marketing (campañas virales como el vídeo del robo de la silla de zapatero están a la orden) contaminan el medio.

Nota: Yo también tengo un canal de vídeo… http://www.youtube.com/user/carlostalaga

Leave a Reply